Cuando los niños se comportan mal y los padres intentan corregirlos, los sentimientos y las emociones pueden descontrolarse. El tiempo fuera da a padres e hijos tiempo para calmarse. A continuación, se presentan los pasos que pueden seguirse para el tiempo fuera. Recuerde que es útil practicar con su hijo lo que ocurrirá en el tiempo fuera antes de que necesite usarlo para detener un mal comportamiento.
Cinco pasos para el tiempo fuera
1. Esté atento a la conducta y dé una advertencia.
Observe el mal comportamiento de su hijo. Si su hijo se comporta de una manera que necesite tiempo fuera (por ejemplo, no seguir instrucciones), dele una advertencia de que habrá un tiempo fuera. Hágale saber, con voz calmada, que deberá cumplir tiempo fuera si se sigue comportando mal. Por ejemplo, si le dice al niño que guarde sus juguetes y él no lo escucha, podría decirle: “Si no guardas tus juguetes, tendrás tiempo fuera”. Espere unos 5 segundos. Si su hijo sigue las instrucciones después de la advertencia, elógielo. Podría decirle: “Me gusta mucho que me escuches y que guardes tus juguetes como te lo he pedido”. Si el niño sigue comportándose mal, es momento de cumplir con la implementación del tiempo fuera. Siempre cumpla con el tiempo fuera cuando haga la advertencia y su hijo no haga lo que le ha indicado.
2. Dígale por qué.
Dígale a su hijo que va a tener un tiempo fuera y dígale por qué. Dígale: “Tienes que ir a un tiempo fuera porque…”. Solo debe decir esto una vez, con voz calmada, pero firme. Cuando le explique a su hijo por qué le asigna tiempo fuera:
• NO lo sermonee, ni lo regañe ni discuta.
• NO acepte excusas.
• NO le hable mientras lo lleva a la silla para el tiempo fuera.
• Ignore los gritos, las protestas y las promesas de portarse bien.
3. Haga que su hijo se siente durante el tiempo fuera.
Si el niño se niega a estar en tiempo fuera, llévelo de la mano o levántelo con cuidado y trasládelo a la silla. Cuando llegue al lugar para el tiempo fuera, dígale que se siente. Dígale que se quede en ese lugar hasta que usted le diga que puede levantarse. Cuando el niño esté en tiempo fuera:
• NO deje que nadie hable con él.
• NO le permita jugar con nada.
• Lograr que los niños se queden sentados durante el tiempo fuera puede ser difícil en la práctica. Por lo general, no quieren sentarse durante el tiempo fuera. Si el niño se sale del lugar asignado para el tiempo fuera, vuelva a ponerlo allí. No le hable mientras lo hace. La primera vez que use el tiempo fuera, tal vez deba hacer que el niño regrese al lugar varias veces. Si es constante al hacer que su hijo regrese a su lugar cada vez que se levante y al limitar la atención brindada durante el proceso, notará que el tiempo fuera se vuelve cada vez más fácil. Esto requiere mucha paciencia y no es sencillo. Recuerde que su hijo está intentando salir del tiempo fuera y hará todo lo que pueda para escapar. A veces, los padres tienen que quedarse cerca del lugar asignado para el tiempo fuera para que el niño se quede sentado. Eso está bien; solo limite sus interacciones con el niño. No le hable ni le preste atención.
4. Finalice el tiempo fuera.
El tiempo fuera, por lo general, dura entre 2 y 5 minutos en el caso de niños pequeños y prescolares. Una buena regla general es dar 1 minuto de tiempo fuera por cada año de edad del niño. Es decir, un pequeño de 2 años estará en tiempo fuera durante 2 minutos, y uno de 3 tendrá que sentarse durante 3 minutos. Su hijo debe permanecer en silencio antes de dejar el lugar de tiempo fuera. Fíjese en que haya unos 5 segundos de silencio hacia el final del tiempo fuera. Cuando su hijo se mantenga en silencio durante 5 segundos al final del tiempo fuera, dígale que puede levantarse. Si el tiempo fuera se debió a que el niño desobedeció una regla familiar, golpeó a alguien o hizo algo peligroso, puede recordarle la conducta que espera que tenga. Por ejemplo, puede decirle: “Recuerda nuestra regla de no pegar ni dar patadas”.Si el tiempo fuera fue por no seguir sus instrucciones, repítalas. Su hijo debe seguir sus instrucciones, incluso después del tiempo fuera. Si todavía se niega a hacer lo que usted le ha indicado, el niño debe regresar al tiempo fuera.
5. Elogie la próxima buena acción de su hijo.
Concéntrese en la siguiente cosa positiva que haga su hijo y ¡elógielo con entusiasmo! A veces, darle a su hijo la oportunidad de seguir otra orden le permite elogiarlo por hacer algo bien. Si su hijo no hace lo que usted le dijo que hiciera, incluso después del tiempo fuera, debería repetir el tiempo fuera. Pueden ser necesarias varias repeticiones hasta que su hijo aprenda que usted habla en serio.
Ejemplo de los cinco pasos para el tiempo fuera:
Su hijo de 3 años está pateando a otros niños. Como está desobedeciendo una regla familiar, no necesita hacerle una advertencia. Usted le dice: “Recuerda nuestra regla de no patear. No se deben dar patadas. Como no seguiste la regla, tendrás que ir a un tiempo fuera”. Usted envía a su hijo a un tiempo fuera. El niño se queda en silencio todo el tiempo. Por lo tanto, pasados 3 minutos, le dice: “El tiempo fuera ha terminado. Recuerda nuestra regla que dice que no se golpea. No debes dar patadas”. Entonces, en los siguientes minutos, usted tratará de pillarlo haciendo algo bueno para que pueda elogiarlo. Cuando lo vea jugar bien con un amigo, le dirá: “¡Estás haciendo un excelente trabajo al compartir tus juguetes!”.
Qué puede hacer mientras su hijo esté en tiempo fuera
Cuando su hijo esté en tiempo fuera, trate de hacer lo que haría de manera habitual, pero manténgase lo suficientemente cerca para ver si el niño hace algo peligroso o intenta dejar su silla o su sitio de tiempo fuera. Nadie debe prestarle atención mientras se encuentre allí. No lo mire, ni le hable ni lo toque. Asegúrese de que los hermanos tampoco le presten atención durante el tiempo fuera.
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