Este gesto que estudiaremos hoy, tiene una fuerte relación con nuestra autoestima y seguridad, si es positiva se manifiesta en un lenguaje corporal seguro, abierto y balanceado. Cuando no lo es se expresa este gesto que analizaremos a continuación: La desconfianza es un término que alude la falta o carencia de confianza. La desconfianza también se puede entender como la falta de credibilidad en alguien o en algo. La desconfianza es un sentimiento negativo que implica la falta de seguridad sobre las acciones y actitudes que una persona puede, tener hacia otra, o hacia sí mismo.
A menudo, al no tener confianza en uno mismo estando enfrente del público o en compañía de gente desconocida, la gente suele crear una barrera con las manos. A diferencia de una barrera más evidente de brazos entrecruzados —que indica que la persona no se siente a gusto—, el uso de una sola mano es una forma más encubierta de la misma acción. En este caso, es como si la persona se abrazara a sí misma, tocando con la palma la otra mano o aferrándose a esa mano. Este gesto permite recuperar la sensación de seguridad emocional que sentíamos en la infancia cuando nuestros padres nos cogían de la mano.
💡 Consejo: Aprenda a controlar sus manos, déjeles que sean su apoyo en las conversaciones. Una gesticulación correcta siempre da ventaja al orador. Si está hablando en este momento, no olvide moverse por el escenario. De esta manera, no permitirá que sus manos delaten su estado de nerviosismo o ansiedad.
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